La capacidad de la curcumina para inhibir la progresión del cáncer puede formar parte de la base de nuevos remedios.

 

La curcumina es un colorante natural procedente de la cúrcuma, especia obtenida del rizoma de la planta del mismo nombre cultivada principalmente en la India.

 

Un grupo de científicos italianos y estadounidenses han afirmado que este compuesto exhibe propiedades anticancerígenas. Han llegado a esta conclusión tras una revisión que se basa en casi 5.000 estudios en los que destacan las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes de la curcumina.

 

Frenar el cáncer

 

En este sentido, la investigación llevada a cabo señala que juega un papel importante a la hora de detener el desarrollo del tumor. Esto es, bloquea el crecimiento de ocho tipos de cáncer, incluidos el de mama, pulmón, páncreas, intestino y próstata.

 

Los investigadores italianos Antonio Giordano y Giuseppina Tommonaro han matizado que “la curcumina pertenece al grupo más prometedor de compuestos naturales bioactivos, especialmente en el tratamiento de varios tipos de cáncer”. Ambos toman como referencia una de las últimas revisiones en la que la curcumina “exhibe la capacidad anticancerígena al dirigirse a diferentes vías de señalización celular, incluidos factores de crecimiento, citocinas, factores de transcripción y genes que modulan la proliferación celular y la apoptosis».

 

Los beneficios de la curcumina

 

El potencial anticancerígeno de la curcumina se ha mencionado en numerosas ocasiones. Prácticamente en todas ellas se ha puesto a este compuesto polifenol en el foco de investigación, y así ha sido durante casi cuarenta años. En ese tiempo, sus beneficios terapéuticos se han sugerido en múltiples enfermedades crónicas como inflamación, artritis, síndrome metabólico, enfermedades neurodegenerativas y en varios tipos de cáncer.

 

Varios expertos en el área lo han posicionado como un anticancerígeno eficaz, ya sea solo o como suplemento junto con fármacos. El polifenol se ve reforzado por su efecto sobre diferentes vías de señalización y objetivos moleculares implicados en el desarrollo de varios tipos de cáncer.

 

Contraindicaciones de la curcumina

 

Sin embargo, los científicos que han trabajado en los últimos estudios mencionados al comienzo del artículo creen que la curcumina no es inmune a los efectos secundarios. Entre estas contraindicaciones destacan las náuseas, diarrea, dolor de cabeza o heces amarillas.

 

 

Un futuro prometedor

 

En los ensayos clínicos se ha probado que la curcumina administrada por vía oral produce una rápida transformación en metabolitos. Las personas que participaron en la investigación tomaron una dosis de 8 gramos por día, y esto se tradujo en un bajo nivel de curcumina libre en plasma; concretamente, menos de 2.5 nanogramos por mililitro.

 

Es un componente que muestra una baja biodisponibilidad. Esto se debe a la baja absorción, el rápido metabolismo y la eliminación sistémica que limitan su eficacia en el tratamiento de enfermedades. En la revista científica Nutrients escriben acerca de los entresijos de la revisión, destacando que el desarrollo clínico de la curcumina se ha visto obstaculizado debido a su escasa biodisponibilidad y solubilidad acuosa.

 

Al comentar sobre la revisión, un portavoz del Cancer Research del Reino Unido señaló: “Hay evidencias de que la curcumina puede matar las células cancerosas en ciertos tipos de cáncer”. Sin embargo, el portavoz matizó que necesitan más investigación para poder probarlo al 100%.

 

Referencias

 

Giordano A., Tommonaro G. Curcumin and Cancer. Nutrients 2019, 11(10), 2376.