Desde combatir esos molestos radicales libres hasta estimular la producción de colágeno natural de la piel, las cremas antiarrugas naturales hacen algunas promesas atractivas y los consumidores cada año gastan miles de millones de euros en este tipo de cremas y ungüentos.
Sin embargo, en muchas cremas no hay evidencia suficiente que demuestre que funcionan, reduzcan las arrugas o retrasen el envejecimiento prematuro de la piel.
Aunque se ha demostrado que algunos ingredientes utilizados en cosméticos anti-envejecimiento son efectivos y seguros, la clave están en encontrar los ingredientes correctos que funcionen bien con cada clase de piel.
Péptidos
Los péptidos son conocidos por ser pequeñas proteínas que ayudan a estimular la regeneración de las células y favorecer su crecimiento.
Se cree que los péptidos ayudan estimulando el reemplazo de colágeno, elastina y otros componentes que sufren durante el envejecimiento. Además, hidrata la piel lo que puede hacer que las líneas de expresión sean menos notorias.
Alfa-hidroxiácidos
Los ácidos láctico, glicólico y cítrico forman parte del grupo de los alfa-hidroxiácidos y son compuestos naturales que se obtienen a través de las frutas y los azúcares de la leche entre otros.
Se utilizan habitualmente porque funcionan como exfoliantes, arrastrando las células muertas de la piel y favoreciendo el crecimiento de nuevas células. Asimismo, permite que la capa más profunda de la piel salga a la superficie más rápido, acelerando el ciclo de renovación de la epidermis.
Cada ácido actúa ligeramente diferente. El ácido láctico, procedente de la leche agria, ayuda a eliminar las células muertas de la piel, lo que al mismo tiempo aporta más brillo.
El ácido glicólico, que procede de la caña de azúcar, ayuda a reducir las líneas finas y las arrugas, haciendo que la piel luzca más tersa y suave.
No obstante, estos ingredientes pueden provocar efectos secundarios como el escozor y sensibilidad al sol, por lo que los expertos recomiendan usar protector solar de amplio espectro todos los días.
Retinol
El retinol es una forma natural de vitamina A que actúa reduciendo la creación de arrugas y aumentando tanto el grosor como la elasticidad de la piel.
Actualmente, existen multitud de estudios que demuestran que el retinol mejora la apariencia de líneas finas y arrugas.
A medida que envejecemos, nuestros cuerpos pierden vitamina A de forma natural, que es lo que ayuda a crear esos signos de envejecimiento, como arrugas y una tez apagada.
El retinol y especialmente el ácido retinoico actúan para aumentar la renovación celular, construir colágeno, mejorar la decoloración y tratar las arrugas al reponer el cuerpo de vitamina A.
El retinol esencialmente enseña a las células de la piel envejecidas a comportarse como células más jóvenes y saludables, alentándolas a renovarse más rápidamente.
En consecuencia, si un producto contiene retinol, se puede esperar que la piel se sienta más suave, brillante y firme.
Antioxidantes
Se afirma comúnmente que los antioxidantes ayudan a combatir el daño celular de los radicales libres, que son moléculas que pueden dañar las células y aumentar la inflamación y el riesgo de cáncer.
Según los Institutos Nacionales de Salud los compuestos con propiedades antioxidantes son el betacaroteno, licopeno, selenio y vitaminas A, C y E.
Estos antioxidantes se encuentran en multitud de alimentos como podrían ser las frutas, nueces, verduras y algunas carnes. Por otra parte, también se pueden encontrar como suplementos en las principales herboristerías.
En cuanto a los beneficios que ofrecen los antioxidantes para la salud, es importante identificar qué antioxidante se encuentra en la formulación ya que no todos cuentan con los mismos beneficios.
En este aspecto, las vitaminas C y E son las más utilizadas y las más probadas.